Puntos técnicos clave para gestionar plántulas de tomate en viveros de verano

Especificaciones técnicas para la gestión de plántulas de tomate en viveros de verano
Durante el periodo de vivero en verano, por las características climáticas de altas temperaturas, luz intensa y lluvias frecuentes (alta humedad), las plántulas de tomate enfrentan cuatro riesgos principales: insolación, lluvia directa, calor excesivo y ahilamiento. Para garantizar un crecimiento vigoroso, mejorar la supervivencia del trasplante y elevar el rendimiento futuro, se recomiendan las siguientes medidas integrales:
I. Selección y construcción del semillero
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Ubicación del semillero
- Elegir parcelas elevadas, con buen drenaje, ventilación adecuada y lejos de focos de enfermedad.
- Controlar el ancho del bancal en torno a 1 metro para facilitar manejo y ventilación.
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Instalaciones de sombra y protección contra lluvia
- Montar un cobertizo de doble capa sobre el semillero. Primera capa con plástico impermeable para impedir la entrada directa de lluvia y estabilizar la humedad; segunda capa con malla de sombreo de buena transmitancia y sombreados del 40%–50% para reducir la intensidad lumínica, evitar quemaduras y asegurar fotosíntesis suficiente.
- En lluvias intensas continuas o a mediodía con sol fuerte, reforzar con cortinas adicionales o malla más densa para controlar temperatura e intensidad de luz dentro del semillero y evitar daño al sistema fotosintético o marchitez fisiológica por golpe de calor.
II. Método de vivero y control de edad de plántula
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Acortar el ciclo de vivero
- Adoptar siembra directa en bandeja para evitar daño radicular e infecciones por trasplantes.
- Controlar la edad de plántula en 30–35 días, con el objetivo de obtener plántulas fuertes y de edad adecuada, evitando plántulas ahiladas o envejecidas.
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Gestión del sustrato
- Sustrato suelto, aireado, rico en materia orgánica; pH 6,0–6,5. Desinfectar previamente (p. ej., solarización/calor o desinfección química) para reducir presión de enfermedades.
III. Prevención y control integrado de enfermedades
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Control en temporada de alto riesgo
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En verano, las plántulas son susceptibles a “damping‑off”, “root rot” y “leaf mold”. Aplicar fungicidas preventivos de amplio espectro:
- Clorotalonil 75% polvo mojable a 1:500; o
- Tiram polvo mojable a 1:500;
- Aplicar cada 7–10 días, 1–2 veces consecutivas, combinando con micronutrientes foliares para mejorar resistencia y vigor.
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Regulación ambiental
- Mantener buena ventilación, reducir humedad del aire y evitar superficies foliares mojadas por tiempo prolongado para impedir infección por esporas.
IV. Manejo del agua y control del ahilamiento
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Regulación del riego
- Seguir el principio “regar cuando se seque”: evitar anegamientos y humedad prolongada que promueven ahilamiento y enfermedades.
- Durante lluvias, impedir que el agua entre al semillero; instalar zanjas de desvío temporales si es necesario.
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Inhibición del ahilamiento
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Si hay tendencia a ahilamiento en etapas tardías, aplicar reguladores de crecimiento como clormequat (o paclobutrazol) para control químico:
- Solución de clormequat al 0,1%–0,15%;
- Pulverizar uniformemente cada 7 días, por 2 aplicaciones seguidas;
- Aplicar por la mañana antes de las 10 h o al atardecer sin viento, evitando fitotoxicidad por calor;
- Controlar el alargamiento de entrenudos, promoviendo tallos robustos y hojas gruesas.
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V. Objetivos técnicos integrales
Con estas medidas, el vivero de tomate en verano puede lograr las metas de “cuatro prevenciones y un control” (insolación, lluvia, calor, enfermedades y control del ahilamiento), garantizando prendimiento tras el trasplante, crecimiento vigoroso y alta productividad estable en etapas posteriores.
Published at: Jun 5, 2025 · Modified at: Oct 3, 2025
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